martes, 12 de abril de 2011

Tarde en Montmartre

Sólo tengo que sentarme en la terraza del café para ver a Utrillo vender sus dibujos por una copa, para ver a Degas que viene de espiar a las lavanderas, para ver a Picasso gritar a Fernande en plena calle.

12 comentarios:

  1. La imaginación llega a ser más extraordinaria que la misma realidad.

    ResponderEliminar
  2. Aaah... París... Que buenos recuerdos me trae esa calle...
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. menuda vista!...super ameno tu blog, espero no te pierdas...

    ResponderEliminar
  4. Yo también he estado mientras leía tu micro ,allí mismo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Así es Manly. Me alegro de que te haya traído buenos recuerdos Eva. Gracias Geraldine. Me alegro Torcuato, gracias como siempre. Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. Hay calles en las que no es necesario haber vivido determinados sucesos para poder revivirlos a cada instante.

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Hola, Ligeia. Enlacé tu blog desde el mío.
    Un cordial saludo,
    PABLO GONZ

    ResponderEliminar
  8. Gracias Miguel por tu comentario y gracias Pablo por acercarte y enlazarme. Saludos a los dos

    ResponderEliminar
  9. me encanta tu blog, te sigo aqui dejo el mio: http://mipropiatraduccion.blogspot.com/ besos<3

    ResponderEliminar
  10. Un viaje en el tiempo.

    Dentro de nosotros aquel Montmartre.

    El de hoy espanta.

    Se salva la luz que cae sobre Sacre Coeur.

    Nada puede torcerla.

    ResponderEliminar
  11. Todo se repite en ciclos extraños; lo que es será con otros personajes y lo que fue sigue siendo... jodido

    ResponderEliminar