martes, 14 de septiembre de 2010
El cigarrillo del Rey
El Rey prohibió fumar en todo su reino. Las manifestaciones de fumadores fuera de palacio no se hicieron esperar y la policía tuvo que emplearse a fondo, utilizando -que ironía- botes de humo. Mientras tanto, el Rey observaba como se dispersaba la multitud, fumando tranquilamente su cigarrillo.
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En realidad el Rey era un tío genial, no quería que nadie enfermara...
ResponderEliminarCuriosa lectura la tuya. Saludos
ResponderEliminarEs lo que pasa. Haz lo que yo diga, no lo que yo haga.
ResponderEliminarUn abrazo.