miércoles, 18 de noviembre de 2009

La Presa III

A media mañana encontró lo que estaba buscando. Era un rastro débil, apenas una sombra en descomposición, pero era todo lo que necesitaba. Con el sol a su espalda, Nega dejó las tierras bajas y se internó en una zona escabrosa plagada de taludes y despeñaderos. Cruzó barrancos tan profundos que desde el fondo sólo se veía la noche estrellada, corrió crestas azotadas por el viento, y trepó a la copa de un árbol que parecía un corazón puesto del revés.
Por fin, poco antes del mediodía, se detuvo en medio de un claro. El terreno había sido removido recientemente. Nega se agachó y escarbó en el suelo. Enseguida encontró lo que buscaba. El proceso de descomposición ya había empezado. Las extremidades presentaban numerosos cortes e incisiones, como si el animal responsable de las mismas se hubiese ensañado con su presa. Nega dejó caer el cadáver donde estaba y se levantó. Aquello facilitaba las cosas. Con el macho muerto, ya sólo quedaba la hembra.
Su corazón volvió a latir con fuerza. Sabía que estaba allí, en algún lado. Su olor lo impregnaba todo. Era un olor acre y dulzón que le recordaba tiempos mejores, cuando él y su padre cazaban juntos y nadie se atrevía a cuestionar sus decisiones.
Todavía recordaba el día en que habían cazado juntos su última pieza. Era un macho imponente de siete pies de largo. Él y su padre lo habían acorralado en un desfiladero después de una persecución de casi dos días. Durante un rato habían jugado con él. Luego, su padre le había permitido matarlo a la antigua usanza, desnudo y sin armas. Era lo más parecido a un desafío que uno podía encontrar en aquella tierra que ahora llamaban hogar.
El cráneo aún estaba colgado de un poste en la entrada de casa. Recordaba a todos que era un cazador; pero también les recordaba que sin él y su familia ninguno de ellos estaría vivo.
Continuará...

3 comentarios:

  1. Excelente.
    Volveré por aquí a leer los anteriores capítulos.

    Un saludo

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  2. Gracias por tu comentario, tambien me gusta Pessoa, ya le dediqué un post en mi otro blog en el desván de mi memoria..
    Te sigo, no comento, por que prefiero leer antes los anteriores capitulos.
    SALUDOS

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  3. Gracias por vuestros comentarios, esperamos seguir viendóos por aquí. Saludos

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