El monte del destino

-¿Y ahora qué pasa con el dichoso anillo?
-Que no sé dónde tirarlo.
-¡Frodo, no me jodas!

Time Machine

El doctor Hillyer y el Mr. Kemp intercambiaron una elocuente mirada.

—¿Qué ocurre? —quiso saber Filby.

Sus compañeros permanecieron en silencio.

—¡Por dios! ¡Díganme qué ha pasado!

Mr. Kemp dejó escapar un suspiro y se acercó al armazón metálico con asiento de cuero y palancas que había en medio de la habitación.

—¿Ve esto? —dijo señalando un dial acristalado—. Hay un cero de más.

—¿Y eso qué tiene que ver con Peter?

Mr. Kemp lo miró fijamente y respondió: —Nada… Salvo que no le guste el metano.

Selección natural

−Y ahora ¿qué? –dijo el león al cazador moribundo−. ¿Sigues pensando que sólo los más fuertes tienen derecho a vivir?

Tarde en Montmartre

Sólo tengo que sentarme en la terraza del café para ver a Utrillo vender sus dibujos por una copa, para ver a Degas que viene de espiar a las lavanderas, para ver a Picasso gritar a Fernande en plena calle.

El futuro

Por las tardes nos acercábamos a la verja del geriátrico. Allí nos entreteníamos en molestar a aquella vieja tan loca que paseaba hablando sola. Todas la tardes, hasta aquella en que mirándome muy fijamente dijo: Un día ésta será tu casa.

La luz

Era el guardián de la última bombilla, perseguido por cientos de hombres armados con velas de cera.

Amor psicópata

Se conocieron una noche en que los dos iban a por la misma víctima y se besaron con las manos llenas de sangre. Desde entonces no se separaron, y ya siempre mataron juntos.